lunes, 12 de enero de 2015

En un libro (poesía)

Todavía pienso que al despertar a mi lado estará,
En un error de mi mente, por favor que lo sea suplico,
Escucho la alarma un día después,
Corro por caminos que nunca fueron míos
Sino más bien tuyos o de nosotros quizás,
La mañana se acerca y el sonido de mi celular suena,
Primera vez que el tono elegido tiempo atrás,
Solo recuerdo tristes he de esperar.

Me detengo quiero que sea mentira,
Por favor suplico a dios el no escucha
Y en silencio escucho es tiempo de decir adiós,
Maldigo y deseo ser yo la que este dormida,
Pues sabemos de los dos,
Yo soy fácil de olvidar.

No lloro, alrededor la gente grita y llora,
Yo veo esquinas de recuerdos,
Los más felices de mis días,
Y en mi mente mil lamentos,
No quiero decir adiós,
Suponía que seríamos nosotros
Y hoy solamente escucho yo en mis oídos.

Meses de distancia,
Camino en medio de tus caminos,
Quizás me acueste y vea hacia el cielo.
Por montañas viajaría,
No seríamos recuerdos,
En un día que no crea en ti.

La noche ahora es mi confidente,
Desde lo alto de un puente,
Creo vislumbrar algo en la lejanía
O quizás seas tú con una lámpara en mano,
Hay muchas luces que confunden mi visión
O será el alcohol que en tu nombre bebí.

Sentía los días lejanos,
El frío de los viernes eran duros,
Las llamadas que perdí a diario siguen
Y ella al final del precipicio.
Los días son fríos y tú tienes el otro guante,
El cielo cambia y nadie lo mira conmigo
Las personas siguen riendo
Y tu seguramente no me echas de menos,
Alguien toma cálida mente mi mano,
Quizás resista otra temporada con solo un guante.

Cada día la noche es ciega
Y cada amanecer el día ríe,
Al saber que una noche más guarda mil secretos,
Al día le gusta revelarlos,
Y más si son entre sabanas y alcohol,
De personas que pierden su control.

Deje que alguien me curase,
Con tiempo y dedicación solo quedan cicatrices,
Que contigo ni heridas echas serian,
Las palabras las he enmarcado en una carta,
He enviado el destinatario,
A la lámpara en mano que tenías.
Las noches de ingenuas copas,
Un romance cada noche
Con el vino y el brandy de por medio,
Desata esta noche mil recuerdos
Que el día los redima es otra cosa.

Hablemos de ella después de unos meses,
y he dicho dios no me escucha,
Al final por entendidos
El problema no era dios,
Sino más bien los sentimientos encontrados,
Un beso y quizás sea ella lo que buscaba,
Que no es de dios el amor que tenemos,
La muerte le queda mejor dicha a él.

Busco mi vida entre libros ocultos,
Mis risas pérdidas están,
En un libro que pocos leerán,
Pero el poeta de recuerdos pasados
Ya muy muerto estará entre versos.

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